Cada vez que te veo me gustas mas

Cada vez que te veo pierdo el aliento
El corazón me late mas y mas fuerte
Y siento que una llama me arde por dentro
Cada vez que te veo me gustas más.

Cada vez que te encuentro ¿ves lo que pasa?
Me estoy quedando mudo y sin palabras
Y no puedo expresarte lo que yo siento.
Cada vez que te veo me gustas más.

Y cada vez, cuando tú y yo nos despedimos
Pregunta mi corazón
Cuando volveré a verte.
Te extrañaré
Y cuando medie la distancia
Yo rezaré por regresar pronto a ti.

Cada vez que me abrazas
Me vibra el alma
Cuando agarras mi mano
Siento que vuelo
Y entre besos y abrazos
Quiero contarte:

Cada vez que te veo me gustas más.

Saben a miel tus labios cuando te beso
Cuando el amor hacemos
Parece un sueño
Y entre tantas caricias
Yo te confieso:
Cada vez que te veo me gustas más.

Amarte en mis sueños

Tuve un sueño, en donde estábamos juntos.

Donde solo existíamos tú y yo, donde me era difícil respirar. Donde nuestra historia no iba a terminar.

Tu mirada penetrante, como el sol en mi piel y transparente como solo el agua podía ser.

Quería explicarte todo lo que sentía por ti, pero el solo hecho de tenerte allí, te sentí tan mío, tan parte de mi.

Que las palabras sobrarían, para explicar mi sentir. Tus manos acariciaban mi pelo, tu boca besaba mi cuello. Pero solo al besar tus labios, el tiempo se detuvo allí.

Fue tan real todo lo que sentí, que ahora solo espero volver a dormir; para que te hagas presente, para que vuelvas a mí.





Adios

Datos personales


lunes, 23 de agosto de 2010

Te dejaré de querer:

Cuando Chucky sea tierno ♥ Cuando se congele el sol ♥Cuando
la luna se convierta en queso ♥ Cuando llueva al revés ♥ Cuando pueda
contar las estrellas ♥ Cuando el mar se seque ♥ O simplemente cuando mi
corazón deje de latir ♥ En conclusión, puede que nunca te deje de querer ♥

lunes, 16 de agosto de 2010

REDONDILLAS
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?

Cambatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.


¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Más, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Poemas de Sor Juana Inés de la Cruz